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ISSN 1989-4163

NUMERO 91 - MARZO 2018

Dieciocho Meses y Un Día

Francisco Marín

Autor: Paz Castelló. Umbriel (2018). 288 pgs. 16,00 €.

«Premio Letras del Mediterráneo 2018»

 

La agorafobia es un trastorno de ansiedad que consiste en el miedo a las situaciones cuya evitación es difícil o embarazosa, o donde no se puede recibir ayuda en caso de sufrir una crisis de pánico. La agorafobia está especialmente relacionada con el temor intenso a los espacios abiertos o públicos en los que pueden presentarse aglomeraciones. La palabra procede de los términos griegos "ágora", "plaza", y "phobos", "miedo", está estrechamente relacionada con el trastorno de pánico, y no es raro que ambos trastornos sean comórbidos es decir que ambos trastornos se manifiesten e interactúen.
Se genera como consecuencia de alguna experiencia negativa vivida por parte de la persona. Esto hace que el individuo genere un mecanismo de auto defensa por el cual tienda a evitar situaciones parecidas. Lejos de solucionar el problema, eso lo potencia, y es la raíz de la agorafobia.

Paz Castelló realiza un tremendo ejercicio de redacción al desarrollar una historia muy complicada de contar, bajo mi punto de vista, cual es la vivencia de una persona entre las cuatro paredes de su casa, sin salir de ella. La lectura puede llegar a ser opresiva (amen del calor que la protagonista tiene que soportar en su apartamento) por la situación que recrea. Pero la maestría de Paz nos lleva de la mano y, reímos, nos asombramos, sufrimos…en definitiva, como ocurrió con Mi nombre escrito en la puerta de un wáter, estamos ante una obra que no dejará indiferente a nadie y nos hará pensar en lo complicado que es el mecanismo mental del ser humano.

Dieciocho meses y un día es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peñíscola, lleva encerrada en el ático donde vive.

Sufre de una grave agorafobia, fruto del estrés postraumático que desarrolló tras ser la única testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido.

Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que también es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peñíscola, ciudad que eligió para desarrollar su carrera profesional.

Está convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prisión provisional a la espera de juicio, esté encerrado para siempre, será capaz de superar su angustia y podrá salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterráneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraíso de la costa mediterránea.

Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aún más entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad añadida de no poder salir de casa.

Para conseguirlo tendrá que enfrentarse a sí misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofóbica vida en un medio para escapar de sí misma.

Una historia absorbente hasta el final…Los dos últimos capítulos -16 y 17- son magistrales, nos conducen hasta un desenlace inesperado, tanto para el lector como para la protagonista, Sabina. Sólo alguien como Paz Castelló es capaz de inquietarnos, enfadarnos… plasmando negro sobre blanco lo canallesco de la situación de muchas, muchas mujeres y hacernos desear, en más de una ocasión, ejercer de ejecutores…

Esperando con impaciencia la siguiente obra de Paz Castelló.

Paz Castelló (Alicante, 1970) Licenciada en Derecho, cuenta con una dilatada carrera profesional en el sector de la comunicación. Ha trabajado para la Cadena SER, Onda Cero, Ràdio 9, así como para instituciones públicas y empresas privadas como Responsable de Prensa y Relaciones Externas.

Escribe desde niña. En 2009 decidió publicar sus textos a través de su web www.pazcastello.com. A partir de ese momento sus letras llegaron a todos los rincones del mundo, convirtiéndose en virales.
Es autora de las novelas La muerte del 9 (2013) y Mi nombre escrito en la puerta de un wáter (Umbriel, 2017). Sus obras no escapan a una profunda visión crítica del mundo, desarrollada a lo largo de los años por su labor periodística, y mantienen un perfecto equilibrio entre misterio y sensibilidad.

Charlamos con Paz Catelló…para los lectores de Agitadoras…

P.- Para los despistados ¿Quién es Paz Castelló?
R.- Esa es la eterna pregunta del ser humano, aunque no sé si uno mismo es la persona más adecuada para responderla.  Suelo dudar entre si soy una persona sencilla con un interior complejo o más bien una persona compleja con una vida sencilla. Me gusta la comunicación con la gente, pero al mismo tiempo soy muy para mí, de silencios, de soledad, de intimidad. Me considero muy familiar y amiga de mis amigos. Y en el fondo sólo persigo la felicidad.

P.- ¿Cómo, cuándo y por qué, nace Dieciocho meses y un día?
R.- Dieciocho meses y un día nace de la necesidad de dar respuesta a determinadas preguntas, de poner el foco más allá de donde la sociedad mira. Es una reflexión sobre las llamadas “víctimas silenciosas” de la violencia de género, que ni siquiera son consideradas víctimas por el sistema. Es un grito de auxilio hacia los que han sufrido tan de cerca el asesinato de alguien muy querido, su amiga, su hija, su hermana, su madre… ¿qué pasa con las vidas de todas esas personas? Por eso escribí esta novela.

P.- ¿Cómo se ha documentado?
R.- El tema está todos los días en las noticias, en los periódicos, en las instituciones… y con tanta cotidianeidad corremos el riesgo de adormecernos, de anestesiar nuestra sensibilidad. Cada pocos días asistimos, como algo habitual, al asesinato de una mujer. Yo sólo he tirado de ese hilo y me ha llevado a contar la historia de Sabina Lamer. Me documenté especialmente en el aspecto psicológico de la protagonista, en su trastorno agorafóbico y en el perfil del resto de personajes.

P.- ¿Ha sentido alguna vez "agorafobia"? ¿Conoce a alguien que la sufra?
R.- La agorafobia no, pero sí tuve problemas de ansiedad en un momento de mi vida. La ansiedad es un monstruo silencioso y a mí me cambió la vida. Para vencerla tuve que aprender a enfrentarme a ella y a vivir de otra manera. Para escribir la novela he rescatado episodios de aquel momento de mi propia vida.
No he conocido a nadie que haya sufrido agorafobia, pero no hace mucho una lectora me comentaba que su marido sí la había sufrido y que le había llamado la atención lo bien reflejada que estaba en la novela.

P.- ¿Cómo se puede frenar la violencia contra las mujeres? ¿Tiene la sensación de que se hace poco?
R.- Tengo la sensación de que lo que se hace no surte efecto. Ojalá yo tuviera la solución a esta lacra social. En mi humilde opinión creo que todo pasa por la educación y ese es un proceso muy lento y ya hemos perdido al menos una generación con la que trabajar en este sentido. Los jóvenes adolescentes de hoy en día son peligrosamente tolerantes con actitudes machistas. Hemos dado pasos hacia atrás y hemos perdido mucho de lo conseguido por mi generación y la de nuestros padres.

P.- ¿Cómo se ha sentido escribiendo esta novela? ¿Le ha sido fácil escribirla?
R.- Ha sido realmente difícil escribirla. Primero por el perfil psicológico del personaje. Es una mujer trastornada con la que he tenido que “convivir” durante muchos meses. Meterme en su cabeza, en su pensamiento en bucle, en su piel, no ha sido nada sencillo. Segundo porque es una novela claustrofóbica. Toda ella se desarrolla en el piso de Sabina, y son el resto de personajes los que entran y salen de su casa, pero ella siempre está dentro. Desde el punto de vista creativo esa ha sido una dificultad añadida.
P.- ¿Qué supone para usted el haber obtenido el Premio "Letras del Mediterráneo" 2018 con Dieciocho meses y un día?
R.- Ha sido una gran sorpresa y me siento muy satisfecha porque supone el reconocimiento a nueve años de trabajo en este difícil mundo de la literatura. La novela transcurre en Peñíscola, una preciosa localidad de Castellón, y la brillante idea de unir cultura y turismo que ha tenido la Diputación de Castellón, la ha hecho merecedora del Galardón. Un premio siempre te da una visibilidad que como autor se agradece mucho.

P.- ¿Tiene novelas escritas y no publicadas?
R.- Sí, tengo 3 novelas más escritas y no publicadas. Una juvenil y dos thrillers.

P.- ¿Recuerda los primeros libros que leyó? No por obligación.
R.- Me recuerdo leyendo desde muy pequeña. Mi padre era un gran amante de los libros. Recuerdo mi niñez ligada a Gloria Fuertes, por ejemplo, pero también a Pearl S. Buck, que leí en el colegio con doce años, o a El Principito. Un poco de todo.

P.- Sus planes a corto y medio plazo ¿son?
R.- Intentar ser lo más feliz posible, al final la vida va de eso, y seguir contando historias.

 


Dieciocho meses y un día

 

 

 

 

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